viernes, 6 de junio de 2014

Actividad: “Testigos de la Historia”



Una vez más, nuestro puente es testigo de la Historia, y hablamos de su propia historia. 


Una representación del IES “San Pedro de Alcántara” hemos bajado al puente, ya que de nuevo, tropas de un ejército lo atraviesan… (aquí os muestro las fotos).
https://plus.google.com/u/0/photos/108942642491588091008/albums/6021723920186673185/6021723941354102098?pid=6021723941354102098&oid=108942642491588091008


Y es que si nos remontamos tiempo atrás, este puente ha servido tanto de vía de comunicación como de baluarte fortificado, que defendía el territorio de invasiones externas. Por él han pasado, desde sus orígenes, legiones romanas, tropas  castellanas, portuguesas y francesas de diferentes épocas, pero empecemos por el principio haciendo un breve repaso por esa historia que nos hace partícipes:


Nuestro puente de Alcántara, construido entre el año 104 y 106 de la era cristiana, fue obra del arquitecto Cayo Julio Lacer y dedicada al Emperador Trajano y refleja las tres cualidades que exigía  Vitrubio a toda edificación: "Firmitas", "Utilitas" y "Venustas", es decir: Firmeza, Utilidad y Hermosura.


Entre el periodo romano y la llegada de los musulmanes a la península, en concreto, durante los siglos III al V, diversos pueblos germánicos (los Godos o Visigodos) habían entrado llegando incluso a asentarse en  las cercanías del puente.


En el S XI, durante el periodo musulmán, el geógrafo árabe Il-Idrisi califica el puente, llamándolo: “Una de las Maravillas del Mundo”.


Y fue en la alta Edad Media (siglos XI – XIII) cuando Fernando II, rey de León, viendo la importancia estratégica de Alcántara para el avance de sus fuerzas hacia el sur de Portugal y a la vez ganar esa plaza musulmana, la ocupa en 1166.


Es durante el reinado de Alfonso XI de León, concretamente en 1218, cuando Alcántara pasa definitivamente a manos del territorio cristiano. El rey queriendo sitiarla, hizo que los caballeros de Calatrava (posteriormente de la Orden de Pereiro o de Alcántara) cortasen el primer arco del puente de la orilla derecha, o quizás fuesen los mismos musulmanes quienes hiciesen esto para defenderse.


Es en el S XV, entre 1475 y 1479, con el Rey de Castilla, Fernando el Católico, cuando transcurre una de las anécdotas en la historia del Puente, en guerra contra el rey de Portugal, D Alfonso V.  El rey Católico mandó a sus soldados que cortaran el puente; y apenas supo esto el rey portugués, mandó decir "que no lo quebrase, que él rodearía porque edificio tal no se gastase, que no quería el reino de Castilla con aquel edificio menos".


El puente entra en la Edad Moderna con sólo cinco arcos. Y es en 1543 cuando el emperador Carlos V, ordena la reconstrucción del arco destruido y además hace renovar el Arco de Triunfo: añadiendo una adición almenada encima de él, la restauración de la gran lápida horizontal donde aparece la dedicación del puente al Emperador Trajano, se añaden las armas de la dinastía austriaca (en un escudo con el águila imperial), se colocan tres nuevas lápidas en el lugar donde estuvieron las originales de los pueblos que sufragaron el gasto y una con la inscripción latina:

 "Carlos V, emperador César Augusto y rey de las Españas, mandó reparar este puente que deteriorado por las guerras y por su antigüedad amenazaba ruina, el año del Señor 1543, en el 24 de su imperio, 26 de su reinado".

En 1648, con motivo de la sublevación de Portugal para conseguir su independencia de la corona de España comienza la llamada Guerra de la Restauración, siendo numerosos e importantes los asaltos a ambos lados de la frontera que habitualmente quedaban detenidas en el puente,  hasta que Portugal lograra su objetivo en 1668. En una de estas batallas se destruyó uno de los arcos del puente, restableciendo el paso con un puente de madera.


La Guerra de Sucesión también llega a Alcántara, provocada por el recelo de Inglaterra y Holanda a una confederación borbónica, y avivada por las pretensiones sucesorias del Archiduque Carlos de Habsburgo, hijo del emperador alemán Leopoldo; de esta manera, España y Francia quedaban enfrentadas a la práctica totalidad de las potencias europeas aliadas, y es en 1707 cuando al retirarse de la Villa el ejército Portugués, partidario del Archiduque, pusieron barriles de pólvora para volar el arco segundo de la orilla derecha. La reparación de estos desperfectos se hizo durante el reinado de Carlos III, terminándose, según algunas fuentes, en 1778, y gracias al  informe y proyecto del ingeniero militar Diego Bordick.
 

En 1809, en la Guerra de la Independencia, las tropas inglesas y portuguesas para impedir el paso de las francesas, hacen volar el puente, destruyendo otro de los arcos, aunque después se reconstruiría y se le diese al puente la suficiente solidez para el paso de carruajes, vuelve a quedar como en la Edad Media, con cinco arcos de fábrica y un tramo de madera.























 Maqueta de la  Pasarela que existía en el Puente antes de su restauración en el s. XIX: Museo del Ejército de Madrid.
 














   

Litografía Serra-Casals de la primera mitad del siglo XIX en la que se aprecia la destrucción de su segundo arco en la guerra de la Independencia, y como el puente originariamente tenía la calzada a dos aguas.
 

Pero fue en 1836 cuando ese paso de maderas fue incendiado por las tropas isabelinas para impedir el paso a la derecha del Tajo a las fuerzas carlistas, habían invadido la provincia.


De nuevo el puente quedó impracticable para su paso y obligó, durante un cuarto de siglo, a realizarse mediante barcas. Y fue durante el reinado de Isabel II cuando se piensa restaurarlo definitivamente.

Se reconstruyó el arco destruido, sustituyendo además algunos sillares. También se limpió de adiciones militares que se habían acumulado especialmente en la cabeza de puente lado Alcántara, construyéndose además los estribos o malecones, que conocemos actualmente como explanadas, a ambos lados para la mejor contemplación del puente


En 1860, un 4 de febrero cuando se dio por terminada la restauración y es la vista que actualmente tenemos del Puente, gracias al arquitecto D. Alejandro Millán, cambiando, por cierto, el perfil del puente, ya que se rectifica la rasante de la calzada y quedando completamente recto, como lo vemos en la actualidad.


El 13 de agosto de 1.924 fue declarado Monumento Nacional, y actualmente se espera que sea reconocido como Monumento Patrimonio de la Humanidad.


Hoy, 4 de junio de 2014, vuelven a pasar tropas por el Puente, pero con una gran diferencia: 

Lo hacen en misión de PAZ...
 Y nosotros queremos ser testigo de ello, 
testigos de la Historia de Nuestro Puente.

Se trata del Grupo de Artillería de Campaña ATP XI del Ejército Español, que surge por la fusión de los anteriores Grupos ATP XXI de guarnición en Mérida y ATP XI de guarnición en Campamento de Madrid, y que actualmente se encuentra ubicado en la Base "General Menacho" de Bótoa, en la provincia de Badajoz.


Nos hemos encontrado en el puente romano, intercambiando presentes y compartiendo la sensación de que bajo nuestros pies se encuentra algo único.


Lacer, dejó escrito la pretensión, PONTEM PERPETUI MANSVRVM IN SECULA MVNDI: "Puente, que durará mientras dure el mundo"; y veinte siglos después, tras aguantar la corriente del caudaloso río Tajo y los continuos combates entre los hombres, sigue firme, útil y hermoso.


Antonio J. Pérez, Profesor

Coordinador del Proyecto en el IES “San Pedro de Alcántara”




Fuentes y fotos antiguas: XX SIGLOS DE HISTORIA Cronología del Puente de Alcántara

www.puentealcantara.es

Clemente Montano, Arqueólogo y Profesor de Historia

Carlos del Sol, Profesor de Cultura Clásica




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